Si cualquier momento del año es bueno para conocer la Comarca del Bajo Aragón, Semana Santa se destaca como una fecha ideal. Porque no solo se puede disfrutar de los muchos atractivos patrimoniales y naturales que atesora el territorio, también es posible participar de las tradiciones inmateriales que rodean estas fechas. Manifestaciones de enorme simbolismo y plasticidad que desatan los más apasionados sentimientos, tanto entre los que las practican como entre quienes las comparten.
Tres de las veinte poblaciones #VisitBajoAragón forman parte de la Ruta del Tambor y el Bombo. Son Alcañiz, Alcorisa y Calanda, donde el sonido de la percusión se mezcla con la tradición y el fervor religioso. Cada uno de los toques que acompañan a los desfiles y concentraciones tiene su significado, en algún caso desde hace siglos. El sonido que crean los palillos y las mazas es, desde este año, Patrimonio Inmaterial de la Humanidad y el conjunto de los actos de las nueve localidades que conforman la Ruta son considerados Fiesta de Interés Turístico Internacional.
Las rompidas
Entre los actos de las poblaciones de la Ruta del Tambor y el Bombo destaca, por especialmente conocido, la “rompida de la hora” de Calanda. A las 12 del mediodía del Viernes Santo, miles de instrumentos suenan al unísono como símbolo de luto, rememorando los truenos y temblores que sacudieron Jerusalén cuando Cristo murió. Y realmente el momento estremece. El ensordecedor estruendo de miles de tambores y bombos hace retumbar el suelo, el cuerpo y el espíritu.
Sobre la “rompida de la hora” calandina sobrevuela en todo momento el espíritu del cineasta Luis Buñuel. Nacido en la localidad, vivía con intensidad la cita anual con el tambor. En el libro “Mi último suspiro” escribió: “Ignoro qué es lo que provoca esta emoción, comparable a la que a veces nace de la música. Sin duda se debe a un ritmo secreto que nos llega del exterior, produciendo un estremecimiento físico, exento de toda razón”. Muchos de los que visitan Calanda por estas fechas, eligen conocer más de la figura de su ilustre vecino recorriendo la exposición permanente del Centro Buñuel.
Al tiempo que los tambores resuenan con fuerza en Calanda, miles de alcañizanos salen a las calles en un gran desfile del color azul celeste de sus túnicas en la Procesión del Pregón. En Alcorisa ya han roto la hora justo al comenzar el viernes, a medianoche. Los vecinos y visitantes llenan su pequeña plaza porticada y su toque característico se distingue claramente durante todo el tiempo en el que se mantiene la concentración. Casi tanto como el principio, impresiona el cese de los toques, a las dos de la tarde del Viernes Santo.
La tradición
Los tambores y bombos suenan cuándo y cómo manda la tradición de las tres localidades. Cada una de ellas tiene sus propios programas de actos. Las diferencias convierten a las Semanas Santas locales en algo único, dentro de una manifestación conjunta de gran valor. En Alcañiz, por ejemplo, la monumental Plaza de España se convierte en escenario único para el emotivo final de las procesiones nocturnas, el sellado del Sepulcro del sábado por la tarde o la curiosa Procesión de las Palometas, el Domingo de Resurrección.
En Alcorisa, junto al redoble de los tambores, llaman mucho la atención los golpes secos que propinan los Guardias Romanos al suelo de la iglesia en su entrada para custodiar el monumento, en el final de los tradicionales Santos Oficios del Jueves Santo. Aunque el acto que más público atrae es la representación teatral de la Pasión, el conocido Drama de la Cruz en su el precioso entorno natural del Monte Calvario.
En Calanda, además del multitudinario acto de la rompida, destaca la subida nocturna al Calvario de los tambores y bombos. Es la primera vez que suenan allí los toques, tras la medianoche del Jueves Santo. Con raíces medievales, la figura de Longinos es uno de los elementos más señalados de la Semana Santa calandina. Su actuación en el auto sacramental de la procesión del Santo Entierro, el sábado por la mañana, es uno de los momentos más esperados.
En las otras seis localidades de la Ruta del Tambor y el Bombo (Albalate del Arzobispo, Andorra, Híjar, La Puebla de Híjar, Samper de Calanda y Urrea de Gaén) los visitantes de la Comarca del Bajo Aragón encontrarán otros actos singulares que se celebran y se disfrutan con la misma pasión.
Más allá de la Ruta
Los de las poblaciones de la Ruta no son los únicos tambores y bombos que suenan en el territorio de la Comarca del Bajo Aragón. Aguaviva, Belmonte de San José, Berge, Castelserás, La Cañada de Verich, La Ginebrosa o Valdealgorfa han incorporado también estos instrumentos a sus procesiones más tradicionales. De entre todas estas localidades se destaca el costumbrista desfile del Santo Entierro en Berge, en el que buena parte de los vecinos aparecen representando personajes bíblicos del mismo modo que se ha hecho durante generaciones. De la Semana Santa de Valdealgorfa se destacan las tallas de madera de importante valor histórico.
Y más allá de los actos puramente religiosos, durante Semana Santa las poblaciones del territorio celebran distintas actividades por costumbre, en el caso de las comidas campestres por Pascua, o por aprovechar el tiempo de vacaciones. Belmonte de San José regresa a la Edad Media cada Sábado Santo. Conmemoran la Concesión de la Carta Puebla en el siglo XIII con representaciones teatrales y un merado medieval en sus calles, en una de las más tradicionales recreaciones históricas de la comarca bajoaragonesa.
Por supuesto, cada una de estas propuestas se pueden mezclar con otras de las que nuestro territorio ofrece todo el año: andar por nuestros senderos turísticos, practicar bicicleta de montaña en las rutas adaptadas para vivir las mejores experiencias, maravillarse con nuestro pueblos de piedra y forja o visitar nuestros centros expositivos, imaginar el pasado entre los muros del Castillo alcañizano y la ruta de las antiguas neveras, descubrir la fauna que nos rodea observando con o sin ayuda o conduciendo nuestros coches o nuestras motos por las rutas moteras o las vías slowdriving. No os preocupéis, en una o en varias visitas, en la Comarca del Bajo Aragón encontraréis tiempo para todo.