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¿Te gusta observar la naturaleza? ¿Disfrutas especialmente viendo volar a los pájaros? ¿Llevas siempre los prismáticos a mano? Quizá hasta distingues las distintas especies por el sonido que emiten e incluso reconoces sus colores más característicos. Si te acabamos de describir, no lo dudes, nuestro territorio te va a encantar.

Desde el área de turismo de la Comarca del Bajo Aragón se comenzó hace tiempo a trabajar en la potenciación del turismo ornitológico. Sobre todo porque buena parte de su territorio está incluido en la Red Natura 2000, el conjunto de espacios naturales de mayor valor ecológico de Europa. El reconocimiento conlleva calidad ambiental y una explosión de naturaleza que disfrutamos los paisanos y sorprende a los visitantes.

 El territorio bajoaragonés es un espacio de transición donde se mezclan los últimos suspiros e influencias del Mediterráneo con los aires continentales. El contraste y la diversidad de los paisajes permite pasar de amplias extensiones desérticas a perderse entre profundas masas forestales. Y la diversidad de paisajes ofrece también variedad de ecosistemas.

Entre los habitantes de esos ecosistemas encontramos muy diversas especies de aves. Hay tal variedad en morfología, en colores, en cantares o en comportamientos, que el Bajo Aragón se ha convertido en un destino de lujo para la práctica del birding, término con el que se conoce a una forma de observación de la vida salvaje que hace de la búsqueda y el visionado de distintos tipos de aves un entretenimiento sano y respetuoso con el medio ambiente.

 

¿Dónde hay que mirar y qué vamos a ver?

Hay muchos lugares en el Bajo Aragón que invitan a pararse a mirar y descubrir su riqueza ornitológica. Por ejemplo en las grandes extensiones de secano, donde encontraremos al aguilucho cenizo en primavera y al pálido en invierno en busca de ratones y topillos. Allí hay también terreras, collabas, calandrias y todo tipo de aves de pequeño tamaño. Su color predominante, el marrón, les confiere un perfecto camuflaje en el entorno.

En este territorio, los bosques de pinos alternan con los campos de labor, en lo que se denomina bosque mediterráneo. Es el paraíso de las rapaces, entre las que destaca el águila real por su

 tamaño y majestuosidad. En los mases o parideras diseminados se esconden los cernícalos, las lechuzas o el colirrojo tizón. Dar con el lance de una captura de un ratón por parte de un águila o el intento de atrapar en vuelo una paloma es uno de los espectáculos de la naturaleza que ofrece el Bajo Aragón.

La Estanca de Alcañiz es refugio de patos, garzas, cormoranes o gaviotas. También es punto de descanso de las aves acuáticas migratorias. En los cortados rocosos junto a los ríos podemos encontrar el águila azor perdicera, que todavía cuenta con parejas reproductoras en el Bajo Aragón. También están por allí el alimoche, el halcón peregrino o el buitre leonado, junto a otras aves más pequeñas como el avión roquero.

 

Rutas para disfrutar del avistamiento de aves

Para disfrutar más y mejor de la búsqueda de pájaros en nuestro territorio, el Departamento de Turismo de la comarca del Bajo Aragón decidió editar una guía en la que están señalados los mejores lugares para ver pájaros. Podemos ver ejemplos de las aves locales en excelentes fotografías y guarda un completísimo listado con todas las especies posibles de las tierras bajoaragonesas. El reto bien podría ser conseguir verlas a todas, por encima de las 300 variedades.

En la guía se proponen también una serie de rutas que han sido señalizadas para el disfrute de la ornitología y de los diferentes paisajes del entorno. Son distintos hábitats que poseen excepcionales características para distinguir aves y permiten disfrutar de los contrastes del territorio.

- “Por la ZEPA del Guadalope” se extiende en 3.000 hectáreas a lo largo del río y su afluente principal, el Bergantes, especialmente en los términos de Aguaviva y Las Parras de Castellote.

- Con el recorrido por la Estanca y las saladas de Alcañiz descubrimos uno de los conjuntos endorreicos más importantes de la Península Ibérica.

- Por la llamada “Senda de los mojones”, en la Sierra del Vizcuerno, se otea buena parte del Valle del Ebro.

- La ruta por el Barranc Fondo nos sumerge junto al río Mezquín, que pasa a través de una angosta hendidura entre superficies agrícolas.

- La ruta del Bergantes ofrece la posibilidad de caminar entre masas forestales y caprichosas formas rocosas en las riberas del río.

- La ruta de los muladares propone acercarse a los comederos de las aves carroñeras ubicados en Alcañiz y La Mata de los Olmos.

- La ruta del Alcañiz urbano marca un recorrido para llamar la atención sobre las aves que pueden observarse en un entorno habitado.

 

Espacios adaptados para ver pájaros

Pero, además, el Departamento de Turismo de la Comarca del Bajo Aragón está también actuando para crear espacios adaptados a este nicho de aficionados. En ellos la visualización de aves es relativamente fácil, manteniendo en todo momento el respeto hacia el medio y sus habitantes.

Se trata de construcciones de

 madera que ocultan a los curiosos de la vida natural que pretenden observar. Podemos protegernos de las condiciones meteorológicas o sentarnos a esperar mientras esperamos un encuentro. Las ventanas son amplias y nos permiten apoyar las cámaras o nuestros codos cuando nos paramos a esperar.

Uno de los puntos de observación está junto al muladar que se encuentra entre los términos municipales de Alcañiz y Torrecilla de Alcañiz. El acceso está señalizado. También hay un hide fotográfico perfectamente habilitado en el término municipal de La Ginebrosa, con domina un amplio paraje donde es muy fácil ver aves. Además, existen otros dos puntos de observación alrededor de las aguas de la estanca alcañizana.

Todo son comodidades para disfrutar de nuestra biodiversidad extraordinaria, en zonas perfectas para la observación de aves. ¿Te vienes?

 

 

 

 

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