La imagen del cabezo de Santa Bárbara con su blanca ermita destaca en las proximidades de la población de Castelserás. Esta elevación del terreno aislada, se sitúa entre el amplio espacio que ocupan los cultivos y el monte bajo, constituyendo una isla forestal en donde se refugian numerosas aves. Las pronunciadas laderas de este lugar están densamente pobladas de pino carrasco, destacando algunos ejemplares de notables dimensiones y de alargada longevidad. Destacan también la presencia anecdótica de algunos ejemplares del Arbol del Amor, plantados en las márgenes del camino de acceso a la ermita, y que proceden de la época en que visitó este espacio el insigne botánico Pardo Sastrón.
La amplia visión que se observa desde este mirador nos ayudará a comprender mejor la distribución y la transformación del paisaje en este término y en sus alrededores.