La espectacular entrada a la nevera de La Cañada de Verich está realizada por la parte de la base y con un entibado, tal y como se hacía en la localidad.

Después de pasar estos metros de entrada nos sorprende la coqueta bóveda de piedra con una iluminación cambiante que realza su belleza.

Una locución nos habla de los contratos de arrendamiento de las neveras y de alguna de sus curiosidades.