El pozo de nieve de Aguaviva se ubica en las afueras de la localidad, a unos 350 metros al norte de su antiguo casco urbano.

Se trata de un depósito de capacidad media, de unos 4,5 metros de diámetro en su base y aproximadamente unos 4 metros de altura, que originalmente estuvo cubierto por una falsa bóveda realizada por aproximación de hiladas.

La obra se construyó en la ladera norte de una pequeña elevación de terreno aprovechando el desnivel del mismo para excavar y adosar buena parte de la construcción.

Su acceso se realizaba lateralmente mediante un pequeño corredor o rampa descendente que conectaba con el interior del pozo a la altura del arranque de la bóveda.

Debió tener también, al menos, una abertura cenital para el vertido de la nieve desde el exterior.

El aspecto actual del pozo obedece a una restauración reciente ya que hasta el año 2008 se encontraba semiarruinado con la bóveda desplomada y reutilizado como vertedero.